Ir allá donde te lleve
tu montura de dos ruedas,
para pararte en una loma,
una colina o una montaña,
a contemplar el paisaje
que aparece ante tus ojos,
bosques de verdes pinares,
una presa al fondo,
conteniendo el poder
de millones de litros de agua,
en un remanso de paz.
Y volver a casa con la mente relajada
lleno de paz y tranquilidad,
tras pasar unos momentos
en medio de la naturaleza,
disfrutando de la libertad,
vuelves siendo el mismo
pero con el alma limpia
y al menos te evadiste un rato
de los problemas y la realidad,
vas acelerando poco a poco
y vas abriendo gas,
vas dejando tras de ti
un kilometro tras otro,
sabiendo que volverás,
por que de vez en cuando
necesitas esa libertad.
J.M.C.
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